Uno de los instrumentos clave que utiliza el Gobierno de Kirguistán para comprometer y atraer inversiones privadas son los incentivos fiscales. Estos son de escala significativa, se estima que cuestan alrededor del 5% del PIB en ingresos no percibidos, y en 2020 alcanzaron los 32,3 mil millones de som. Sin embargo, los sistemas para monitorear su uso e impacto, administrar su efectividad e informar sobre sus costos y beneficios están subdesarrollados.
Para hacer frente a este desafío, el Ministerio de Economía y Comercio (MoEC), a través de su INFF, está redactando e introduciendo un artículo en el nuevo Código Tributario sobre principios de eficacia de los incentivos fiscales, que establece una disposición de incentivos fiscales para promover el desarrollo sostenible de el país.
Para apoyar al Ministerio, el PNUD comparó los incentivos fiscales proporcionados por el Gobierno en los últimos cinco años con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Este informe proporciona una descripción general del ejercicio de mapeo y muestra la distribución de incentivos fiscales para el sector privado en todos los ODS.